Número 3713

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NÚMERO 3713

MONTEVIDEO, MIÉRCOLES 1° DE JUNIO DE 2011

República Oriental del Uruguay

DIARIO DE SESIONES

CÁMARA DE REPRESENTANTES
17ª SESIÓN (EXTRAORDINARIA)
PRESIDE EL SEÑOR REPRESENTANTE LUIS LACALLE POU (Presidente)

ACTÚAN EN SECRETARÍA LOS TITULARES DOCTORES JOSÉ PEDRO MONTERO Y VIRGINIA ORTIZ

XLVII LEGISLATURA

SEGUNDO PERÍODO ORDINARIO

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Miércoles 1° de junio de 2011

Texto de la citación

Montevideo, 31 de mayo de 2011.

LA CÁM AR A DE REPRESENTANTES se reunirá en sesión extraordinaria, mañana miércoles 1º de junio, a la hora 15, para informarse de los asuntos entrados y considerar el siguiente – ORDEN DEL DÍA –
Señor ex Representante Nacional Nahum Bergstein. (Homenaje con motivo de su reciente fallecimiento). JOSÉ PEDRO MONTERO VIRGINIA ORTIZ S e c r e t a r i o s

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SUMARIO
Pág. 1.- Asistencias y ausencias ………………………………………………………………………………………………………………. 4 2.- Asuntos entrados ………………………………………………………………………………………………………………………… 4 ORDEN DEL DÍA 3.- Señor ex Representante Nacional Nahum Bergstein. (Homenaje con motivo de su reciente fallecimiento). — Manifestaciones de varios señores Representantes……………………………………………………………………. 4

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1.- Asistencias y ausencias.

2.- Asuntos entrados.
“Pliego N° 81

Asisten los señores Representantes: Pablo D. Abdala, Verónica Alonso, Nelson Alpuy, Gerardo Amarilla, José Amy, Andrés Arocena, Roque Arregui, Alfredo Asti, Julio Balmelli, Julio Battistoni, Gustavo Bernini, Ricardo Berois, Daniel Bianchi, Marcelo Bistolfi, Stella Borja, Gustavo Borsari Brenna, Cecilia Bottino, Heber Bousses, Irene Caballero, Graciela Cáceres, Fitzgerald Cantero Piali, Rodolfo Caram, Germán Cardoso, José Carlos Cardoso, Alberto Casas, Gustavo Cersósimo, Antonio Chiesa Bruno, Luis Da Roza, Sebastián Da Silva, Hugo Dávila, Walter De León, Álvaro Delgado, Guillermo Facello, Roberto Frachia, Mario García, Juan Manuel Garino Gruss, Aníbal Gloodtdofsky, Rodrigo Goñi Romero, Óscar Groba, Aldo Guerrini, Pablo Iturralde Viñas, Luis Lacalle Pou, María Elena Laurnaga, Andrés Lima, Daniel López, José Carlos Mahía, Alma Mallo Calviño, Daniel Mañana, Rubén Martínez Huelmo, Graciela Matiauda Espino, Felipe Michelini, Martha Montaner, Daniel Montiel, Amin Niffouri, Gonzalo Novales, Julio Olivar, Raúl Olivera, Lourdes Ontaneda, Jorge Orrico, Yerú Pardiñas, Daniel Peña Fernández, Aníbal Pereyra, Susana Pereyra, Darío Pérez Brito, Esteban Pérez, Ana Lía Piñeyrúa, Iván Posada, Luis Puig, Daniel Radío, Roque Ramos, Carlos Rodríguez, Nelson Rodríguez Servetto, Sebastián Sabini, Alejandro Sánchez, Richard Sander, Berta Sanseverino, Pedro Saravia, Mario Silvera, Juan C. Souza, Martín Tierno, Hermes Toledo Antúnez, Daisy Tourné, Jaime Mario Trobo, Carlos Varela Nestier, Juan Ángel Vázquez, Walter Verri, Carmelo Vidalín y Dionisio Vivián.

DE LA CÁMARA DE SENADORES La Cámara de Senadores remite el proyecto de ley, aprobado por dicho Cuerpo, por el que se autoriza la salida del país de una delegación del Ejército Nacional, a efectos de participar en la Competencia “Fuerzas Comando 2011”, a realizarse en la ciudad de San Salvador, República de El Salvador, entre el 6 y el 23 de junio de 2011. C/838/011 A la Comisión de Defensa Nacional COMUNICACIONES DE LOS MINISTERIOS El Ministerio de Relaciones Exteriores contesta los siguientes pedidos de informes: • del señor Representante Gustavo Cersósimo, sobre las previsiones relativas a la suscripción de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América. C/734/011 del señor Representante Gerardo Amarilla, sobre el cumplimiento de la Ley Nº 16.095, de 26 de octubre de 1989, relativa al ingreso de personas discapacitadas a la Administración Pública. C/739/011

El Ministerio de Defensa Nacional contesta la exposición escrita presentada por la señora ex Representante María del Carmen Pereira, relacionada con la posibilidad de mejorar la atención en la Oficina de Migraciones del Puente Internacional “General Artigas”. C/19/010 El Ministerio de Educación y Cultura contesta la exposición escrita presentada por el señor ex Representante Dardo Casas, sobre la necesidad de otorgar un beneficio compensatorio para los maestros rurales que deban trasladarse por mas de 10 kilómetros desde los centros poblados para llegar a escuelas rurales. C/19/010 A sus antecedentes”.

Con licencia: Julio Bango, José Bayardi, Gonzalo de Toro, Gustavo A. Espinosa, Jorge Gandini, Javier García, Ivonne Passada, Alberto Perdomo, Pablo Pérez González, Jorge Pozzi, Ricardo Planchón Geymonat, Gustavo Rombys, Víctor Semproni, Álvaro Vega Llanes y Horacio Yanes.

3.- Señor ex Representante Nacional Nahum Bergstein. (Homenaje con motivo de su reciente fallecimiento).
SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Habiendo número, está abierta la sesión. (Es la hora 15 y 22) ——Se entra al orden del día con la consideración del asunto motivo de la convocatoria: “Señor ex Repre-

Faltan con aviso: Fernando Amado, Doreen Javier Ibarra, Miguel Otegui y Daniela Payssé.

Sin aviso: Juan José Bentancor, Felipe Carballo, Julio Fernández, Gonzalo Mujica, Guzmán Pedreira, Mario Perrachón y Edgardo Rodríguez.

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sentante Nacional Nahum Bergstein. (Homenaje con motivo de su reciente fallecimiento)”. Queremos saludar al doctor Julio María Sanguinetti Coirolo, al señor Tabaré Hackenbruch Alberti, al doctor Alejo Fernández Chaves, al señor Gustavo Osta, al contador Ariel Davrieux, al ingeniero Gustavo Sacco, al contador Max Sapolinsky, al contador Ricardo Molinelli y al doctor Elías Bluth, quienes se encuentran en el palco izquierdo, así como a los familiares del homenajeado: su esposa, señora Nelly Kleckin de Bergstein, a sus hijos, señora Miriam Bergstein y señor Jonás Bergstein, a sus nietos, Ionatan Was, Milanie Was y Nicolás Was, y Tamar Bergstein, Debora Bergstein y Ruth Bergstein, a su nuera, señora Orit Eijemberg, y a su yerno, señor Saúl Einhorn, que se encuentran en el palco de la derecha. Tiene la palabra la señora Diputada Montaner. SEÑORA MONTANER.- Señor Presidente: desde mi banca, también saludo a la familia de nuestro querido compañero Nahum Bergstein y a todos los compañeros que se han trasladado desde el interior del país para hacer posible este homenaje. Asimismo, quiero saludar expresamente al ex Presidente Julio María Sanguinetti, a las autoridades presentes, y a las autoridades e integrantes de las instituciones de la colectividad israelita. Nos hemos convocado en el día de hoy en esta Cámara para homenajear a un dilecto hijo de este Parlamento: el doctor Nahum Bergstein. Somos conscientes de que estamos interfiriendo en momentos difíciles, de profundo dolor para los familiares y los amigos, ante la reciente desaparición de alguien muy querido por ellos, pero aquellos que trabajamos junto a Nahum, que lo conocimos, que aprendimos a quererlo y a respetarlo, no podíamos mantenernos al margen de este hecho; debíamos estar aquí, recreando esa magnífica figura. Nahum, casado con su querida Nelly, padre de tres hijos -Mauricio, Miriam y Jonás-, abuelo de ocho nietos, era un hombre de profundo sentimiento familiar, que dejaba expuesto en infinidad de circunstancias. Realmente, hoy quiero referirme a la personalidad y a la filosofía de alguien a quien le gustaba definirse a sí mismo como un hombre judío, uruguayo, sionista y liberal. Por cierto que esto hacía de Nahum una figura singular. Cuando reflexionaba sobre las ex-

presiones que acabo de referir, decía: “Mi judaísmo no le va en zaga al de mi padre, un hombre para quien el judaísmo, su código de conducta, su esencia, su cultura y su fe, fueron desde siempre su propia esencia. Mi padre respira en judío. Yo no me siento menos judío que él”. Al referirse a su ser uruguayo, Nahum decía que no le iba en zaga al de la doctora Adela Reta, quien a su modo de ver era el ejemplo de los valores y de la esencia superior del ser nacional. Tampoco se sentía menos sionista que sus amigos sionistas, ese grupo de sionistas adolescentes que un día hicieron el “aliá”, palabra hebrea que significa literalmente “hacer la vida”, pero que conceptualmente quiere decir emigrar a Israel, a buscar su patria, su tierra prometida, o antes de la creación del Estado de Israel, ir a Palestina. Y se denominaba liberal, liberal de concepción universal. Por eso creo que es un hombre singular que dio relieve a este Parlamento, porque fue un hijo de dos patrias, de dos naciones, comprometido con las dos, y nos dejó una enseñanza increíble: puede tenerse esas dos nacionalidades sin que ello implique una contradicción, sino un fortalecimiento y un enriquecimiento en lo que hace a la pluralidad de este Parlamento. Nahum fue hijo de inmigrantes que vinieron de la polaca Galitzia, del antiguo Imperio Austrohúngaro. Nace en 1932, en un hogar donde le enseñaron por encima de todas las cosas los valores de la solidaridad, de la sobrevivencia y de los derechos humanos, que Nahum aplicó tanto en la Europa incendiaria para los compañeros de su colectividad como en Uruguay, cuando las instituciones no estaban vigentes; fue un gran defensor de muchas personas que felizmente son un testimonio viviente de ello. Conoce lo que representa tener la amenaza en su propia piel, en su ADN, por lo que fue el holocausto de la Europa incendiaria; su tío José y su padre juntaban dinero para poder traer a sus familiares a este Uruguay libre para buscar la paz, la libertad; por eso, siempre amó y se sintió hijo de esta patria, de esta tierra. Me gusta muchísimo referir la definición conceptual que él decía que se debía hacer -como decía Feldman-: “Mi pueblo fue un refugiado; no fue un inmigrante”.

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Consideramos que nos dejó muchas cosas interesantes. Ejemplo de ello fue un relato que hizo sobre el baile nacional de Israel, el Hora, que gustaba mucho a los adolescentes de la colectividad israelita y judía. Él aseguraba que no había que estigmatizar el término “judío”, había que utilizarlo con mucho honor. Él dijo que el Hora más feliz en su vida había sido aquel en el que los adolescentes y no tan adolescentes bailaron en la Plaza Independencia, con estrofas de hebreo y en yiddish, e hicieron un anillo alrededor del monumento al prócer porque ese día, el 29 de noviembre de 1947, Naciones Unidas aprobó el plan de partición por el que se creó el Estado de Israel, que se independizara al año siguiente. Nahum expresó: “Ese fue el Hora más feliz de mi vida. Sentí que nosotros, el pueblo judío, teníamos la tierra prometida”. Como joven y adolescente siempre fue inquieto y así lo manifestó en la Facultad de Derecho. Se sumó a todos los movimientos estudiantiles y se afilió a la Agrupación Gremialismo Auténtico del Centro de Estudiantes de Derecho, que actúa como nexo con la FEUU. De esa forma se desahoga y realiza confrontaciones ideológicas, porque Nahum comenzó siendo socialista y tuvo debates muy ricos. Cuando llega a recibirse de abogado y se convierte en un penalista extraordinario -al decir de nuestro compañero, el doctor Alejo Fernández Chaves; lo dice siempre y me parece que con autoridad-, deja la militancia estudiantil y comienza a desahogar sus impulsos internos escribiendo en el semanario “Marcha”, con seudónimo “Abraxas”. Sabemos que también escribió -y lo hizo hasta último momento- columnas en “La República”, y su último artículo fue acerca de Diego Forlán. A título informativo, debo decir que profesaba una fe ineluctable hacia su querido equipo Peñarol. Nahum era un apasionado de todas las cosas de la vida; no se retraía a ningún ámbito. También escribía en el “Semanario Hebreo”. A principios de la década del sesenta manifiesta una inquietud muy grande porque no había una escuela integral en la que su colectividad judía pudiera dar una formación e impulsos educativos a los niños y a los jóvenes judíos, y que estos llevaran a su casa todo lo que se les pudiera enseñar de la fe, de la cultura, de la conciencia. Así es como se inaugura y se pone en marcha la Escuela Integral Hebreo-Uruguaya. En 1981 fue designado para la Presidencia del Comité Central Israelita del Uruguay, pero como él

muy bien decía, siendo ciudadano categoría “C” no pudo asumir en forma inmediata. Todos recordamos que en aquel entonces la categoría “C” limitaba la actividad de un ciudadano por estar vinculado con lo que el régimen del momento entendía ideologías o manifestaciones no convenientes. Entonces, asumió después, pero abrazó el cargo con una pasión tan grande, involucrando a su colectividad israelita judía con el acontecer de nuestro país durante el retorno de la democracia, que él se enorgullecía de decir: “Llevamos al Comité Central Israelita al acto del Obelisco de 1983. Participamos. Adherimos a lo que fue un acto importantísimo en instancias de la apertura y del retorno a la democracia”. Él negaba monolíticamente que su colectividad pudiera expresarse mediante un solo partido porque creía en la participación y en el pluralismo de ideas. Entonces, de forma inmediata comenzó a llevar al Comité Central Israelita a aquellos candidatos, a aquellas personas que tenían incidencia en el acontecer de la vida nacional. Llevó al Presidente Sanguinetti, a Wilson Ferreira Aldunate, entre otras muchas personalidades, al seno del Comité Central Israelita para dialogar con su colectividad, para que se la escuchara. Realmente, fueron magníficas jornadas de intercambio y de formación. Él sentía una devoción y una amistad increíbles por la doctora Adela Reta; la consideraba una mujer de valores esenciales, una persona de compromiso liberal. Entonces, ingresa al Partido Colorado con mucha fuerza y en 1998 es Subsecretario de Educación y Cultura durante la Presidencia de Julio María Sanguinetti. Se desempeñó como pez en el agua porque Nahum era un hombre de la cultura. Al decir del compañero Ronald Pais, era un embajador en potencia, porque con su espíritu omnicomprensivo, dialogante, entendiendo al otro antes que a sí mismo -como decía él- para poder llegar a un acuerdo, demostró su grandeza y su pluralidad. Tuvo afinidad y respeto por la figura de Wilson Ferreira Aldunate. Tanto fue así que se enorgullecía de integrar la Fundación Wilson Ferreira Aldunate. Quiero terminar contando dos anécdotas que van a describir a Nahum en lo humano, más allá de lo impresionante que fue en lo académico y en lo cultural, pues fue acercando la cultura a esta Casa, enriqueciendo los debates.

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Una fría noche de junio, en una de esas sesiones que por ser tan larga los legisladores perdemos el hilo de la cuestión, me dice: “Hace muchos años sobreviví a algo peor que a esta sesión”. Le pregunté a qué se refería y me dijo: “A un naufragio en aguas heladas del Río de la Plata”. Me empezó a contar, sin mucha estridencia ni de manera altisonante, con esa mesura que tenía, con ese carácter moderado, que al no salir su avión, con su esposa, Nelly, se toman el Vapor de la Carrera. Pasa algo; el Capitán entra en sueños y se empieza a incendiar la embarcación. Tienen que tirar maderas al río, detrás de las cuales van ellos. Él, en una tarea de supervivencia -que aprendió en su esencia judía de sobreviviente-, empezó a pedirle a su esposa, Nelly, embarazada de siete meses, que no se durmiera, que moviera las piernas hasta que los rescataran de las heladas aguas del Río de la Plata. Él tenía que ayudar a su mujer y a su hijo. Así como me contaba esto con tono mesurado, también me contaba algo con una mirada ya más pícara: “Te voy a contar algo. Cuando se elige el Presidente del Comité Central Israelita, la mecánica es que haga un discurso y, luego, la concurrencia le haga preguntas. No fue así conmigo porque como yo les hablé dos horas y media, a los sobrevivientes les quedaron fuerzas solo para irse. Entonces, obvié las preguntas”. Era un hombre magnífico. Termino diciendo dos cosas que me parecen de suma importancia. Nahum Bergstein se caracterizaba por su perseverancia. ¡Mire usted, señor Presidente, las cosas impresionantes que nos depara el destino! Nahum fallece el 1° de mayo -no estaba acá- y a los dos días se aprueba en esta Cámara un proyecto de ley cuyo artículo 1° dice: “Declárase el 27 de enero de cada año ‘Día de Recordación de las Víctimas del Holocausto’, honrando la memoria y dignidad de las víctimas del pueblo judío y otros colectivos”. Este es el mejor homenaje que le hicimos a Nahum Bergstein, ese Nahum que decía: “Cuando atravieso en el vuelo las aguas azules del Mediterráneo y cede ante mis ojos una línea recta abrupta que me muestra la costa oeste de Israel, siento la emoción de mi patria y de mi tierra, la misma que siento cuando atravieso las aguas del Río de la Plata y veo el paisaje campero, rectangular, de tierras de esta otra patria”.

Hombre de dos patrias, de dos naciones, es un compañero cuyo recuerdo no podíamos dejar de traer a este Parlamento. Muchas gracias. (Aplausos en la Sala y en la barra) SEÑOR SANDER.- ¿Me permite una interrupción? SEÑORA MONTANER.- Sí, señor Diputado. SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede interrumpir el señor Diputado. SEÑOR SANDER.- Señor Presidente: no conocimos en forma personal a Nahum Bergstein. Lo empecé a conocer cuando espontáneamente, días pasados, la Cámara, al votar un proyecto de ley sobre el holocausto, empezó a rendirle tributo al saber de su fallecimiento. Las creencias religiosas de Nahum dicen que una persona está viva solo cuando recibe el soplo sagrado, el aliento divino que dará razón a su ser y a su vida. Desde otras fronteras interpretativas sobre la vida, considero que Nahum tuvo algo más que el soplo divino: transformó en sagrado todo aquello que concernía a lo humano. Nada era una rutina. Nada era ordinario. Nada era prescindible o menos importante. Eso, en suma, es transformar la vida en algo con valor sagrado. Transformó los posibles estigmas en sus fortalezas, y todo aquello que por la memoria de su pueblo podría haberlo amedrentado, lo convirtió en más fuerte, en más resistente, en un pilar para la lucha contra todos los tipos de discriminación. Eso es lo que aprendí de este hombre, que fue legislador, Ministro, abogado, pero por sobre todas las cosas, alguien que tuvo el soplo divino para hacer de su vida algo que valiera la pena recordar, algo que valiera la pena emular. A sus ex compañeros del Cuerpo, a sus amigos, a su colectividad judía, a su familia, a nuestro Partido Colorado, nuestros respetos y condolencias. En mi nombre y en el de la bancada batllista, de la cual formó parte como Senador y Diputado, quiero decirles lo que siempre él proclamaba, en broma, al terminar el debate de una ley: “Agradezcan, che”. Nahum: cumpliste por demás. Gracias, muchas gracias. Gracias, señor Presidente. (Aplausos en la Sala y en la barra)

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SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Antes de continuar con la lista de oradores, queremos saludar a los señores Senadores Pedro Bordaberry, José Amorín Batlle, Alfredo Solari, Ope Pasquet y Tabaré Viera, que se encuentran presenciando este homenaje. Tiene la palabra el señor Diputado Borsari Brenna. SEÑOR BORSARI BRENNA.- Señor Presidente: en nombre del Partido Nacional queremos hacer llegar nuestra palabra ante el fallecimiento de “Najum” Bergstein, primero, a su familia, representada por Nelly, su esposa, por Jonás, su hijo y por los demás familiares aquí presentes en el palco, y, naturalmente, a sus compañeros de Partido. “Najum” -como yo lo llamaba- me decía: “Sos el único blanco que decís mi nombre bien dicho: ‘Najum’, que así se pronuncia”. Siempre tuvimos una muy buena relación; compartimos en esta Sala creo que dos Legislaturas y supe ver en él a un parlamentario por naturaleza, a un hombre que amaba esta institución, en la cual desarrolló una gran labor porque sus intervenciones, no solamente en Cámara, sino también en las Comisiones, siempre eran escuchadas por todos. Antes de internarme en el tema de su vocación, permítaseme decir que él era un hombre de familia, por la que tenía una gran devoción. Siempre me hablaba de su familia, y ese, desde mi punto de vista, es un aspecto importantísimo para un ser humano, sobre todo para alguien de la época actual, en que el relativismo está campeando a lo largo y ancho del mundo incluyendo, entre otros, el concepto de familia. Era también un hombre de partido que orgullosamente llevaba la divisa de nuestro tradicional adversario, el Partido Colorado, al que quería y se dedicaba en forma total y absoluta. Fue un hombre leal al ex Presidente Sanguinetti: pude ver cómo lo defendía en esta Casa en los más duros momentos, en los cuales hay que tener coraje para enfrentar dialécticamente discursos ideológicos, a favor o en contra de un proyecto de ley de ese Gobierno. Y allí estaba, siempre en primera línea, el doctor “Najum” Bergstein. Imagino que el propio Presidente Sanguinetti y mis dos amigos, el ex Ministro del Interior Alejo Fernández Chaves y Gustavo Osta, representan su guardia política en el Partido Colorado, naturalmente que entre otros, pero me refiero a ellos porque los identifico como los amigos

más cercanos, políticamente hablando. Por lo tanto, a ellos, a su familia y a su Partido les trasmitimos nuestro sentimiento más profundo al decir que ha dejado este mundo un dirigente político y una persona que se dedicó a su patria, que se dedicó a su país y que se dedicó a su Partido. Fue Diputado, Senador, Subsecretario de Educación y Cultura cuando la doctora Adela Reta fue Ministra de esa Cartera. Fue un brillante profesor de Derecho Penal en la Universidad de la República, también junto a la doctora Adela Reta. Además, fue autor de libros trascendentes, como “Los delitos de prevaricato”, “Delito y discriminación racial”, “El delito de violación del secreto bancario” y una obra que lo destaca por encima de todas, el libro “Judío: una experiencia uruguaya”, que editó en 1993, en el que relata su peripecia personal y la de su familia con un sentimiento muy profundo. Allí cuenta la historia de sus padres, de su familia y de los inmigrantes. Realmente, vale la pena leerlo. Fue un hombre de una muy intensa vida cultural: Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Presidente del Consejo de Derechos de Autor, Coordinador de la Cátedra de Idioma y Cultura Hebrea de la Facultad de Humanidades, integrante del Comité Internacional de la UNESCO para implementar la Resolución de 1974 sobre la educación para la comprensión, la cooperación y la paz internacionales y la educación relativa a los derechos humanos y las libertades fundamentales; miembro fundador -como bien decía la señora Diputada Montaner- de la Fundación Wilson Ferreira Aldunate, miembro de la Comisión de Ética Médica del Ministerio de Salud Pública, en fin, podríamos estar un rato más enumerando su vasta actividad académica y política. En definitiva, fue un hombre por todo lo alto: fue un ejemplar ciudadano uruguayo; su Partido y el sistema político pueden estar orgullosos de haber tenido aquí, ocupando una de estas bancas, a un hombre como él. Fue un intelectual lúcido y, por sobre todas las cosas, señor Presidente, una persona de bien. Para finalizar, quiero decir que hoy esta institución se viste de luto por la desaparición física de “Najum” Bergstein, un hombre de bien. (Aplausos en la Sala y en la barra)

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SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Continuando con la lista de oradores, tiene la palabra el señor Diputado Orrico. SEÑOR ORRICO.- Señor Presidente: en nombre de la bancada del Frente Amplio es para mí un altísimo honor intervenir en este acto de homenaje a Nahum Bergstein. Que me perdone el señor Diputado Borsari Brenna, pero no me sale decir “Najum”: para mí siempre fue Nahum, por lo que seguiremos diciéndole así. Como ya se ha mencionado, Nahum fue Senador, Diputado, Subsecretario de Estado, Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, integrante de órganos de Naciones Unidas, además de árbitro. En fin, hizo muchas cosas y, evidentemente, en un homenaje de este tipo uno no se puede referir a todas ellas. Pero creo que por sobre todas las cosas, al decir de Antonio Machado, él fue, en el mejor sentido de la palabra, un hombre bueno. Yo creo que fue un gran tipo y eso es algo que nos hermana a todos. Él estaba orgulloso de haber dado clases junto a la doctora Adela Reta; tenía una admiración muy particular por ella. Inclusive, no voy a explicitar aquí de qué se trata, pero se llegó a enfrentar con gente de su Partido por las convicciones que él tenía en materia penal y que hacía valer porque era un tipo muy afable, muy amable, pero también muy severo consigo mismo y muy firme en sus convicciones. Creo que en su concepto del derecho penal fue, ante todo, un humanista. Quienes me conocen saben que yo soy partidario de un derecho penal mínimo y garantista y, bueno, eso nos hermanaba, y mucho, en esta Casa. Cuando Nahum fue Diputado no integraba la Comisión de Constitución, Códigos, Legislación General y Administración, sino la de Educación y Cultura. Sin embargo, era tal la sabiduría de este hombre que era muy frecuente que debatiéramos con él, y en algún proyecto, que luego voy a explicitar, él tuvo una participación muy activa, aun cuando no formara parte de nuestra Comisión. Yo creo que también se puede hablar de Nahum con relación a lo que escribió, pues fue un individuo que investigó, que trató de aportar a todo lo vinculado con el derecho penal. Pero yo voy a destacar especialmente su participación en esta Cámara cuando a alguno de nosotros se nos ocurrió que había que modificar el artículo 113 del Código Procesal Penal. Todos sabemos que el Código Procesal Penal es una

herencia de la dictadura, cuyas asperezas hemos tratado de ir limando y que en algún momento habrá que cambiar del todo -Nahum estaría muy contento de escuchar esto-, pero tenía una disposición que tal vez era una de las más terribles: que en la etapa del presumario todo era secreto, tan secreto que ni siquiera el indagado podía saber lo que pasaba. En ese entonces, se modificó el artículo 113, algunos de cuyos cambios fueron hechos de puño y letra por Nahum. Como consecuencia de eso, hoy, cuando un abogado defensor llega a defender a alguien en un Juzgado en lo Penal, por lo menos tiene la posibilidad de saber de qué se trata, de ir y decir a su cliente: “Acá vino tal, declaró tal cosa. Esto pasó así y asá”. ¿Por qué? Por la modificación del artículo 113, que se logró gracias -entre otros- al aporte de Nahum. También es importante destacar que Nahum siempre tuvo una especie de obsesión -empleada esta expresión en el mejor de los sentidos- por el tema de la discriminación, y cuando hablaba de discriminación él jamás se quedó en que era solo hacia los judíos. Sí, naturalmente que en la historia se discriminó a los judíos, y todavía algunos siguen discriminando. Pero es importante destacar que él tenía un concepto más abarcador: cualquier discriminación le parecía algo reprobable, y así lo hizo sentir. El tema de la discriminación siempre presenta problemas cuando se lo plantea desde el punto de vista penal, en cuanto a cómo se hace para plasmar que alguien expresa una actitud despectiva hacia una raza, una religión, una etnia, o lo que fuera. Y en Facultad se discute mucho el tema porque se pregunta: pero, ¿esto no atenta contra la libertad de expresión? Y mire, señor Presidente, con qué sencillez él terminó con esta discusión, por lo menos desde el punto de vista de la ciencia penal: “Dos premisas establecerán las bases legales de la incriminación delictiva de las opiniones, y son las siguientes: a) Su contenido ideológico consistente en la violencia, el desprecio, el odio, la discriminación. O sea que aquí la violencia, el desprecio, el odio, y la discriminación no son modos de acción, sino el contenido del pensamiento; y b) La relación causal entre el precitado contenido ideológico y la puesta en peligro de los bienes jurídicos tutelados en cada caso.- Y cuando estos pensamientos con algunos de los precitados contenidos ideológicos, ponen en peligro el bien jurídico, sea la paz pública, o la pacífica convivencia entre los habitantes de la República, o el sentimiento de tranquilidad para poder convivir pacíficamente, es

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que detectamos conductas delictivas […]”. Realmente, creo que es difícil encontrar en el derecho penal a alguien que con tanta claridad haya establecido cuándo una opinión es un delito. Me parece que es muy destacable. Él luchó y luchó por esto -en razón de ello yo hablaba de obsesión en el buen sentido-, tanto que fue uno de los impulsores y redactores de la ley sobre racismo, xenofobia y toda otras formas de discriminación aprobada por el Parlamento uruguayo en el año 2004. Fue uno de los impulsores. Este año, tuve el honor de ser invitado por el Parlamento Latinoamericano para hacer una exposición sobre la discriminación, y debo decir, para orgullo de todos, que me basé fundamentalmente en esta ley, que tenía la impronta de Nahum Bergstein. Ahora, frecuentemente se plantea: ¿por qué estamos hablando de discriminación en el siglo XXI si estos son temas que ya pasaron, si la Segunda Guerra Mundial terminó hace mucho tiempo? Bueno, yo lamento desilusionar a quienes tienen una visión tan optimista. Entre la basura que hay en Internet, encontramos una página que se llama “Nazis en el Uruguay” y debo decir, con mucho dolor, que en esa página aparecen varias personas que todos conocemos y, entre ellas, Nahum Bergstein, a quien se le recrimina, precisamente, esta ley sobre la discriminación. De manera que no se piense que esto está terminado, porque como decía un personaje de Bertolt Brecht, en su obra “Madre coraje”: “Cuidado, aun es fértil el vientre que parió tanta inmundicia”. Nuestro homenaje a Nahum también es tener presente que esto sigue sucediendo, no es del pasado y, por lo tanto, debemos estar preparados porque tanta porquería no puede reproducirse. SEÑOR MAHÍA.- ¿Me permite una interrupción? SEÑOR ORRICO.- En esta etapa de mi disertación, concedo una interrupción con mucho gusto al señor Diputado Mahía, que fue compañero de Nahum Bergstein en la Comisión de Educación y Cultura y tiene alguna anécdota para contar que me parece que va a hacer bien para calmar un poco esto, que ha sido tan dramático hasta ahora. SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede interrumpir el señor Diputado.

SEÑOR MAHÍA.- Señor Presidente: nosotros compartimos con el Diputado Nahum Bergstein durante cinco años el trabajo en el pleno de la Cámara y, en particular, en Comisión, que es donde más nos conocemos quienes trabajamos en esta Casa. Como mencionaba la señora Diputada Montaner y reafirmaba el señor Diputado Borsari Brenna, él se definía como judío, uruguayo, sionista, liberal, colorado, muy leal a su Partido y a sus definiciones: era un hombre con el cual cuando tú confrontabas, lo hacías en serio. Pero la vida diaria aquí, a nosotros, cuando estamos un tiempo en esto, nos lleva a conocernos un poco más, y entre las características que se destacaron del Diputado Bergstein estaba la perseverancia -esa fue la palabra que se utilizó-, que muchas veces necesitamos todos cuando vamos tras un objetivo o una causa para hacerla posible. Él, como judío uruguayo, estaba muy atento a todos los temas que se referían a ese aspecto en el Parlamento Nacional. En una oportunidad, en la media hora previa, durante la cual hacían uso de la palabra seis colegas en total, uno de los oradores era el señor ex Diputado Abisab, del Partido Nacional, que, naturalmente, tenía especial afecto por la causa palestina y a veces hacía referencia a ello en sus intervenciones. Cuando termina su planteo el señor Diputado Abisab -en esa época, yo no usaba mensajes de texto, enviaba papelitos nomás-, le mandé al Diputado Bergstein un papelito que decía: “Abisab 1 – Bergstein 0”. En ese momento, al ver ese mensaje, Nahum comienza a moverse y a moverse, convence a alguien -no recuerdo a quiénpara que le dejara su lugar, hace uso de la palabra, da su punto de vista sobre ese enfrentamiento y me manda otro texto que dice: “Abisab 1- Bergstein 1”. (Hilaridad) ——Esta es una muestra de la perseverancia y de cómo seguía hasta el detalle cada causa. En otra ocasión, cuando integrábamos la Comisión de Educación y Cultura junto con el señor Diputado Arregui y otros colegas, él nos decía que había un tema que hacía catorce años que estaba en el Parlamento y que no se aprobaba. La pasión desbordó al Diputado Nahum Bergstein y nos apostó a todos una cena a que no lo sacábamos. Quizás fue la motivación, colegas, pero catorce años después el Parlamento pudo finalmente modificar una ley de 1937, que era muy buena: la ley de derechos de autor y dere-

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chos conexos. Y esa nueva ley, en la que su participación fue fundamental porque sabía acerca del tema y trabajó muchísimo en él, se logró sancionar a través de un acuerdo unánime de todos los partidos políticos con representación parlamentaria. Quería ilustrar a la Cámara sobre este aspecto a quienes no ocupaban bancas en ese tiempo en esta Casa. Algunos tenemos el privilegio de conocer a colegas con quienes, más allá de las diferencias ideológicas y políticas, podemos ponernos de acuerdo en temas que hacen al país y vivir cotidianamente respetando al otro. Creo que eso es parte de lo que inspiró en nosotros el ex Diputado Bergstein. Gracias, señor Diputado. (Aplausos en la Sala y en la barra) SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede continuar el señor Diputado Orrico. SEÑOR ORRICO.- Señor Presidente… SEÑORA TOURNÉ.- ¿Me permite una interrupción? SEÑOR ORRICO.- Sí, señora Diputada. SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede interrumpir la señora Diputada. SEÑORA TOURNÉ.- Señor Presidente: creo que en esta Sala, si bien todos somos honorables por el hecho de haber sido electos por el pueblo -eso es lo más digno que podemos experimentar-, hay parlamentarios que tienen alguna nota de distinción por la cual los recordamos. Yo tengo el más vívido recuerdo de Nahum, y si no me equivoco se sentó en la primera fila de la bancada colorada durante dos períodos. Solicité esta interrupción porque no quería perderme la oportunidad de manifestar a su familia y a su Partido mi gran reconocimiento a este ex colega por algunos signos que desde mi visión política son ampliamente destacables. Nahum tenía un inquebrantable compromiso con su Partido, y para quien habla ese rasgo es uno de los fundamentales que debe tener cualquier legislador o legisladora que se precie de tal. Como dije, tenía una inquebrantable lealtad para con su Partido Colorado. También tenía un inquebrantable compromiso con Israel y con su pueblo. En los años que compartimos este maravilloso salón con Nahum -creo que fue una década- nunca acalló su voz cuando se rozó alguna personalidad judía o se trató un problema que

vivía su querida nación: Israel. De alguna manera, su defensa se hizo sentir en esta Sala, y estoy convencida de que no provenía solo del compromiso político sino también de un profundo amor a la tierra de Israel. En los pasillos, compartimos varias tenidas sobre Israel. Era un hombre de una cultura muy vasta, un verdadero culto, digo yo atrevidamente. Para mí los verdaderos cultos no son los que andan diciendo todo el día lo que leen, sino los que con el más mínimo comentario nos hacen aprender, y Nahum era un verdadero culto, sin ningún tipo de narcisismo o alharaca. También tenía un enorme respeto por sus adversarios, porque había podido articular todo lo vivido por su familia y seguramente por él. Aquel que sufrió en su carne la acusación por ser diferente, el desprecio y la agresión por ser distinto, si realmente lo vivió, si profundamente lo sintió, jamás ejercerá la discriminación, la violencia ni la descalificación por más opuestas que sean las ideas del otro. Y esto para mí, en un político, es un rasgo de altísimo nivel. Como bien decía el señor Diputado Borsari Brenna, no dejó de participar en todos los debates que llevamos adelante, ni en los más duros. Inclusive, cuando creíamos que el debate terminaba, Nahum encontraba un artículo perfecto que había que perfeccionar aun más. Nunca lo escuché dirigirse a alguno de nosotros, sus adversarios políticos, con bajeza, con violencia o con descalificación personal; jamás. Eso también habla a las claras de su enorme condición humana. Además, era un hombre de muy fino humor, muy cercano a la cultura a la que hice referencia. No hacía chistes de bajo nivel o descacharrantes, sino de fino humor; los tiraba y “si lo pescás, lo pescás”. Era maravilloso en ese sentido. Si cierro los ojos un ratito puedo escuchar ese timbre de voz particular que tenía Nahum; una voz un poco apagada y un tanto cascada. Tenía un hablar pausado y claro, y sin levantar jamás la voz siempre expresó sus ideas con firmeza. Lo hizo sin levantar jamás la voz y sin adoptar una actitud narcisista, ya que nunca pretendió enseñar a nadie en esta Cámara lo que debía pensar. Por eso es que solicité esta interrupción, porque Nahum -entre otros- merece mi más profundo reconocimiento como adversaria. También dejó una huella en este Parlamento que ojalá sigamos muchos. Gracias, señor Diputado. (Aplausos en la Sala y en la barra)

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SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede continuar el señor Diputado Orrico. SEÑOR ORRICO.- Señor Presidente: voy a terminar mi intervención contando una anécdota que me parece fantástica. Mi amiga, la señora Diputada Montaner, decía que Bergstein era de Peñarol, pero vamos a decir las cosas bien al descubierto: era flor de manya, esa es la verdad. Bergstein era un individuo aficionado al fútbol, como todos los uruguayos, y este deporte ocupaba un lugar importante en su vida. La señora Diputada Montaner también se refirió a los artículos que Bergstein escribía en “La República”, y yo voy a rescatar una parte de uno de ellos, que es excepcional. Al parecer, un miércoles que hacía un frío de pelarse, Nahum iba caminando por la rambla y ve acercarse al rabino. Entonces, se saludan, y el rabino le dice: “El sábado te espero en la sinagoga”, y Bergstein le responde: “No, el sábado juega Uruguay con Ecuador”. Al final le terminó diciendo: “Si gana Uruguay, voy”, porque no tenía muchas esperanzas de que ganara. Les recuerdo que ese partido lo ganamos sobre la hora con un gol de penal ejecutado por Forlán. Pero les voy a contar el final de la historia, que me parece fantástico, porque además de lo intelectual que puede ser una persona y de que haya trabajado en la Facultad, en el Gobierno y demás, es bueno que se la rescate como a un ser humano común y corriente, que un día va caminando por la rambla, se encuentra con un rabino y le pasan algunas cosas que voy a leer a continuación. El cuento termina así: “No es todo. Le pedí, asimismo, que en sus plegarias hasta el sábado tuviera presente el partido con Ecuador para interceder por Uruguay ante el Todopoderoso. Me contestó que no lo podía hacer en esos términos, en forma directa, pero que rogaría para que se cumplieran mis deseos, con lo cual quizás se lograría el mismo resultado, pero de una manera indirecta.- Aunque soy reacio a la injerencia nacionalista en el deporte, a mi juicio tan perniciosa como su explotación con fines políticos, reconozco que la Selección de fútbol es un vínculo de unión en el seno de la sociedad uruguaya, tan enfrentada en otros aspectos. […] Muchas veces la Selección de fútbol generó una unión en el sufrimiento y algunas otras una alegría sana del tipo que embellece la vida. La noche del sábado, en un breve lapso, pasamos por todo esto.- Apenas terminó el partido, em-

bargado por una euforia chisporroteante y fiel a mi palabra, fui a la sinagoga. El rabino, rodeado por un amplio círculo de asistentes, me recibió con una sonrisa de oreja a oreja, puso la Torá en mis brazos, y mientras hacíamos la ronda, entonó con su poderosa voz de barítono un estribillo que fue coreado al unísono por los feligreses, muchos de ellos con las venerables barbas propias de los judíos ortodoxos: ‘Sooy celeste, celeste yo soy…'”. (Aplausos en la Sala y en la barra) SEÑOR ARREGUI.- ¿Me permite una interrupción? SEÑOR ORRICO.- Sí, señor Diputado. SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede interrumpir el señor Diputado. SEÑOR ARREGUI.- Señor Presidente: agradezco al señor Diputado Orrico por esta interrupción. Estaríamos en falta con Nahum si hoy no sumáramos nuestra adhesión a este merecido homenaje. Tuvimos la oportunidad de tratarlo personalmente en el período que señaló el señor Diputado Mahía, cuando consideramos temas muy importantes y aprendimos a conocer esa personalidad, que se ha ido pintando muy bien por los distintos colegas. Fue una persona respetuosa al extremo, afable, estudiosa y con una gran inteligencia, lo que le permitió ser sumamente sólido en los temas que planteaba. Era constante al máximo y firme en sus convicciones. Cuando discutíamos temas de fondo en algún proyecto de ley, era muy difícil moverlo medio milímetro de sus posiciones, y si alguna vez lo lográbamos para acordar algo distinto, estén seguros de que en la siguiente reunión nos pedía la reconsideración, porque se sentía mal consigo mismo y entendía que había que discutir nuevamente. Todo esto nos fue generando un enorme respeto, un enorme aprecio y nos llevó a conocerlo en persona. Cuando convivimos en este ámbito muchas veces entramos con diferencias partidarias que nos presentan muy distintos como personas, pero encontramos los puntos de unión, que es lo más importante. Recuerdo cuando discutimos el proyecto de ley de derechos de autor que mencionó el señor Diputado Mahía, cuando Uruguay estaba regido por aquella magnífica ley, en su momento, que fuera promocionada por Eduardo Víctor Haedo, pero habían pasado tantas décadas que se hacía muy necesario actualizar-

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la. Nahum se posicionó desde el punto de vista máximo, diría, de los derechos de autor, pero otros en la Comisión queríamos plantear visiones distintas, como el derecho de los usuarios, de quienes disfrutan de las creaciones intelectuales y artísticas. ¡Y vaya si discutimos! La única manera de convencer a Nahum de que variara su posición fue cuando intervino AGADU -Asociación General de Autores del Uruguay-, y terminamos aprobando ese proyecto de derechos de autor. El señor Diputado Mahía lo dijo: nos prometió una cena, y lo pagó con un almuerzo. Fue cumplidor, y creo que todos somos contestes de que el aporte de Nahum en esa ley que actualizó los derechos de autor en este país realmente fue muy importante. Al Partido Colorado le digo que estuvo realmente muy bien representado en la Comisión de Educación y Cultura. Fue un pilar que era muy difícil mover de sus posiciones, pero supo acordar para el bien de todos. Era cuanto quería decir. Muchas gracias, señor Diputado Orrico. (Aplausos en la Sala y en la barra) SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede continuar el señor Diputado Orrico. SEÑOR ORRICO.- Señor Presidente: ahora sí voy a terminar. Entre todos hemos intentado dar una imagen muy humana y muy cercana de lo que fue Nahum para nosotros. A su familia, al Partido Colorado y a toda la Cámara quiero decirles que el Frente Amplio también está de luto por la partida de este hombre que nos enorgullece a todos haber conocido. Muchas gracias. (Aplausos en la Sala y en la barra) SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Saludamos la presencia en la barra del Embajador del Estado de Israel, señor Dori Goren. Tiene la palabra el señor Diputado Radío. SEÑOR RADÍO.- Señor Presidente: a diferencia de los legisladores que nos precedieron en el uso de la palabra, no tuvimos el gusto ni el honor de conocer al señor Nahum Bergstein, pero no queríamos dejar pasar la oportunidad sin adherir, con convencimiento y

calidez, a este merecido homenaje de quien fuera un dignísimo miembro de esta Casa. Nahum Bergstein fue un legislador, un hombre de Gobierno, un colorado, un hombre de familia -como se ha señalado- y un gran militante de la causa judía. Además, queda claro -sobre todo a partir de lo que dijeron sus adversarios políticos- que Nahum Bergstein fue un caballero, en todo el sentido de la palabra. Es en este convencimiento que el Partido Independiente hoy adhiere cálidamente a este homenaje, inclina con respeto sus banderas, y saluda con afecto a su familia, a la colectividad judía en nuestro país y al Partido Colorado, al que Nahum Bergstein honró con su militancia, de la misma manera que su memoria habrá de ser honrada en la medida que se integra a la mejor historia y tradición del Partido de José Batlle y Ordóñez y de Rivera. SEÑOR TROBO.- ¿Me permite una interrupción? SEÑOR RADÍO.- Sí, señor Diputado. SEÑOR PRESIDENTE (Luis Lacalle Pou).- Puede interrumpir el señor Diputado. SEÑOR TROBO.- Señor Presidente: agradezco al señor Diputado Radío por la interrupción que me concedió. Si bien ya se ha expresado el señor Diputado Borsari Brenna, siento la necesidad y el mandato de hacer una breve reflexión a la Cámara, a la familia del amigo Nahum Bergstein, a la comunidad que integró y al Partido Colorado, porque trabajamos juntos muchos años. Lo conocimos como un hombre trabajador, y ya se han mencionado instancias en las que participó activamente de la producción legislativa. Lo conocimos como un trabajador persistente y preciso, como un defensor de causas nobles, de las que se ocupan algunos, y en forma permanente, cuando las causas son lejanas y también cuando aparecen tomando dimensión como cercanas. Además, lo conocimos como un ciudadano cabal, que cuando abandonó el ámbito legislativo continuó actuando con la misma responsabilidad que demostró durante el debate parlamentario y el análisis legislativo, pero en los medios de prensa. Era habitual leer artículos de Bergstein en algunos medios donde trabajaba como columnista, pero también lo era leer cartas del ciudadano Nahum Bergstein en el espacio del correo de lectores, donde notoriamente, aunque esa

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fuera la única tribuna, expresaba sus sentimientos, sus visiones, su profunda convicción colorada, por cierto, la defensa de su ser y sobre todo un apego muy fuerte a su interpretación del derecho. Por cierto, si bien en derecho hay más de una opinión, él daba la suya con carácter, con responsabilidad y con una solvencia técnica que sin duda muchas veces generó debates intensos y otras veces atrajo opiniones que lo contravenían. En otros casos, seguramente cedió su espacio a la opinión de los demás. Creo que en esas facetas -no conozco la de padre de familia, pero seguramente estarán en la misma líneaNahum Bergstein fue un ejemplo. Y para mí lo fue, particularmente, en un momento en que me llegó muy hondo. Por imperio de las circunstancias, tuve ocasión de compartir algunos viajes al exterior con el ex Diputado Bergstein. Estuvimos en Alemania, en una conferencia de la Unión Interparlamentaria que se realizó en la ciudad de Berlín. En esa oportunidad, Nahum Bergstein me invitó a recorrer los lugares que para su pueblo tenían una significación emotiva e histórica particular. Por cierto que en Berlín y en las cercanías hay muchos lugares de esos. Lo acompañé -recuerdo que también iba su señora- en mi condición de alumno, con la idea de aprender la verdad desde su conocimiento de la historia y desde su experiencia personal y familiar. Realmente, además del recuerdo de la emoción que sentí en muchas de las ocasiones, tengo

un profundo agradecimiento, que además de habérselo expresado personalmente hoy puedo hacerlo en forma pública. Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos en la Sala y en la barra) SEÑOR PRESIDENTE (Lacalle Pou).- Dese cuenta de una moción de orden presentada por las señoras Diputadas Montaner y Tourné y por los señores Diputados Radío, Michelini, Germán Cardoso, Sander, Saravia y Borsari. (Se lee:) “Mocionamos para que la Cámara se ponga de pie y haga un minuto de silencio en honor del ex Diputado Nahum Bergstein y para que la versión taquigráfica de lo expresado en Sala pase al Comité Ejecutivo del Partido Colorado, a la colectividad judía y a su familia”. ——Se va a votar. (Se vota) ——Setenta y uno por la afirmativa: AFIRMATIVA. Unanimidad. Se levanta la sesión. (Es la hora 16 y 23)

LUIS LACALLE POU PRESIDENTE Dra. Virginia Ortiz Secretaria Relatora Dr. José Pedro Montero Secretario Redactor

Héctor Luis González Director del Cuerpo de Taquígrafos

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