EL DIPUTADO GUSTAVO OLMOS EN LA MEDIA HORA PREVIA DE LA SESIÓN ORDINARIA DEL MARTES 6 DE JUNIO


El representante se refirió al recientemente fallecido arquitecto Mariano Arana, recordando que, más allá de su estilo descontracturado y a veces intencionalmente caricaturesco, tenía una profundidad de análisis de pensamiento que ayudaba a escapar de lo binario, explicó, asumiendo que la realidad es bastante compleja y que hay que incidir en ella. Entendía la ciudad como algo vivo, como un ámbito en el cual se conjuga memoria y futuro, y que es creada por profesionales, por los gobiernos municipales, pero también por la gente, con un énfasis muy fuerte en la gente y con una concepción de que los ciudadanos tenían derecho a obras de infraestructura, a mejoras en las condiciones materiales de vida, como derecho al acceso a la cultura.. 

Como expuso el legislador, Mariano era un hombre de radicalidad democrática, gobernaba para todos los montevideanos -según el mismo Arana decía-, e incorporaba de una manera muy sentida, distintas tradiciones que lo atravesaban, la cristiana, haciendo referencia al mensaje evangélico de la opción por los pobres, vertientes nacionalistas y “dignidad arriba, regocijo abajo” (frase que usaba), entre otras; y las traiciones de la izquierda, en término de equidad de derechos, de la historia de los trabajadores, la historia sindical, su experiencia y su trayectoria como dirigente estudiantil, y en esa combinación hizo obra pública relevante, como el plan de saneamiento que ya había empezado en la intendencia de Tabaré Vázquez, que tuvo un fuerte impulso y expansión durante el gobierno de Mariano Arana.

Como relató Olmos, realizó obras en el Teatro Solís, las salas Zitarrosa y Florencio Sánchez también son de ese período. También impulsó la Murga joven, de donde vienen muchos murguistas que hoy se conocen. 

El diputado recordó la frase de Arana que “no había que hacer cultura de mala calidad para pobres, sino que había que llevar lo mejor que tenía la ciudad a todos los rincones de Montevideo” y así lo hacía. Asumió la responsabilidades que el Frente Amplio le asignó en cada etapa, promoviendo en determinado momento a Tabaré Vazquez, y poniéndose a la cabeza de un proyecto que intentaba contener dificultades que tenía el Frente Amplio con todo el proceso de ruptura que se dio con el Nuevo Espacio y con el Partido Demócrata Cristiano, en el año 88, en el club Colón en un plenario del Frente Amplio sobre las dos candidaturas o no, fue el único que levantó la mano en ese plenario a favor de la doble candidatura. 

Finalizando su exposición, Olmos recordó que fue Grado 5, intendente, senador, ministro y terminó con 80 años siendo edil, dando una muestra más de su responsabilidad y su amor por esta ciudad.