EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES DIP. ALFREDO FRATTI SOBRE LA TRATA DE PERSONAS – ASUNTO DE ESTADO

En la tarea legislativa y en las recorridas por el país, en especial en mis pagos de Cerro Largo, uno se va topando con historias…con relatos.

Los fenómenos de explotación de personas tienen muy larga data y recorren el mundo desde la más lejana antigüedad, no por viejo, el problema debemos darlo por incorporado al paisaje.

Nuestro país, adelantado en materia social a lo largo del siglo pasado y también en el actual, no ha logrado desde los marcos normativos derrotar esta otra “pandemia”.

La llegada de fuertes contingentes de migrantes ha favorecido el establecimiento de algunos “circuitos” de ilegalidad. No son pocos los relatos de ciudadanos cubanos o dominicanos, indicando que su llegada a la celeste tierra prometida se haya producido, mediante el pago de efectivo o por vía de endeudamiento, a algún agente intermediario. La ruta es larga, se atraviesa Guyana y Brasil en toda su extensión. Para algunos, más allá del “peaje”, ha sido una oportunidad de radicación, empleo y una vida promisoria. Para otros, un calvario con visos de deuda eterna, hacia estos nuevos “agentes de intermediación”. La posibilidad de terminar trabajando por unas pocas monedas hasta “saldar la deuda” del traslado, el terminar ejerciendo la prostitución o ser un virtual esclavo en pleno siglo 21, forma parte del menú de “riesgos”. El problema si fuera sólo de carácter legislativo se podría solucionar acordando entre todos una nueva Ley…se votaría por unanimidad.

Si sólo fuera un problema policial o del INAU, o del MTSS, desde allí habría que abordarlo, dando todas las herramientas para que la institucionalidad actúe de inmediato. Sin embargo, aquí hay un factor humano, un factor cultural, que debe ser tenido en cuenta.

Mientras haya gente dispuesta a aprovecharse de la desgracia ajena, a conseguir trabajadores indocumentados para pagar menos, a cambiar dinero por sexo con niñas o jóvenes a las que deberíamos estar educando en la escuela o el liceo, va a ser muy difícil cambiar la situación.

Desde mi actual responsabilidad institucional, estoy dispuesto a ayudar en un todo a las autoridades competentes. Encarar con firmeza denunciando todo tipo de trata, de abuso, de violaciones a los derechos humanos, es algo que nos debe unir por encima de banderas partidarias. En esto no puede haber oficialismo y oposición, debemos colaborar del primero al último, llegar hasta el último rincón de nuestro territorio para que todos sepan que los uruguayos de buena fe, honestos y trabajadores, le vamos a tender la mano a todo aquel que esté siendo víctima de cualquier tipo de abuso.